Hola, somos Silvia y Kike y queremos contaros nuestro proyecto. El proyecto nace en 2014 fruto de las consecuencias. La primera, fue la necesidad de rescatar las viejas viñas de garnacha y albillo de Cebreros (pueblo donde vive toda la familia) que actualmente se están arrancando por la escasa productividad y el elevado coste de producción y también por el ridículo precio por kilo de uva que se paga al viticultor, que en la mayoría de las ocasiones ni siquiera compensa la mano de obra. Es realmente triste observar como una comarca donde el 70% del viñedo tenía más de 80 años se está perdiendo a un ritmo constante y sin pausa. Es una zona de cierta altitud con una orografía y climatología muy particular de la que se obtienen unos vinos delicados y muy sofisticados.
Teníamos varios viñedos viejunos heredados en Cebreros, algunos de ellos centenarios, que corrían el peligro de desaparecer. Demasiado sudor familiar derramado en esas viñas como para que corrieran esa suerte, y ahí es donde entra la segunda consecuencia y es la tremenda pasión por el mundo del vino que compartimos juntos desde hace ya muchos años. Sin dudarlo ni un momento decidimos empezar a elaborar con mucho esfuerzo y aquí seguimos, disfrutando y aprendiendo cada día. Una vez que empiezas ya no hay vuelta atrás!!
Por nuestra parte solo podemos dar las gracias a todos esos agricultores y campesinos (Gañanes) por los que se han conservado los excepcionales viñedos viejos que ahora nosotros podemos disfrutar y trabajar.