Bruma del Estrecho

LA COLECCIÓN DE PARCELAS BRUMA DEL ESTRECHO MARÍN. 

Es un proyecto personal de Elena Pacheco e Isio Ramos que nace de la ilusión por hacer vinos 100% Monastrell de diferentes parajes o parcelas de la DOP Jumilla dejando que cada uno se exprese en función de su microclima, suelo, localización y edad del viñedo, mediante métodos de cultivo y elaboración aprendidos de los agricultores de la zona.

El proyecto está basado en tres vinos de paraje: Marín, Las Encebras y Las Chozas (sur los dos primeros y norte de la DOP Jumilla este último) y cuatro parcelas: Mandiles, Navajuelos, Vereda y Particiones.

La climatología tiene mucho poder dentro de la definición de un vino y habrá años en los que no se pueda diferenciar o marcar el carácter de cada parcela, entonces ese año no se elaborará el vino de esa parcela. Cada vino tiene un carácter diferenciador y muy personal con respecto al resto de parcelas de Monastrell, bien sea por su localización, por altitud, por edad del viñedo, por tipo de suelo, viticultor, etc. y eso es lo que pretendemos mostraren cada vino, ser honestos, y el año que realmente no tengan el carácter que tiene que tener, no elaborarlo. Para ello colaboramos activamente con el viticultor en su esfuerzo porque esto se lleve a cabo.

Lo más importante para nosotros es que cuando se caten todos los vinos, se pueda apreciar la diferencia de suelos (arenoso, pedregoso, o más calizo), de edad del viñedo, de altitud, de si es zona más fría o más cálida… queremos que nuestros vinos reflejen esa particularidad que los hace únicos, con honestidad, por ello no llevarán prácticamente madera, solamente en algunos, que tengan gran potencial, introduciremos madera en su justa medida para no enmascarar nada.

Los suelos en la DOP Jumilla son muy distintos, quizás el suelo que más predomine en nuestra zona sea el calizo y pedregoso que da vinos cálidos y robustos, pero luego también tenemos una parte de la DO con suelos arenosos que permiten un buen drenaje del agua pero que le confiere, al ser más esponjoso, más frescura y finura a los vinos, son más delicados, no tienen corpulencia, podemos apreciar en ellos matices más elegantes, que es lo bonito y la sorpresa que te puedes llevar con un Monastrell bien trabajado, sin necesidad de llegar a la sobremadurez ni de hacer un vino excesivamente corpulento, dulzón o pesado, sino buscar un equilibrio de matices, de buena acidez, de fruta que sea más fresca, no tan madura y que al final invite a seguir bebiendo y disfrutando.

LOS ARTÍFICES DEL PROYECTO

Elena Pacheco

ELENA PACHECO:
Nacida en Jumilla en abril de 1973. Cursó los primeros años de económicas hasta que decidió hacerse cargo de la bodega familiar, a partir de allí redirigió su carrera, es técnica especialista en Viticultura y Enotecnia y realizó un Máster en Viticultura, Enología y Marketing del vino.
La mayor parte de su vida ha transcurrido entre Jumilla y el Estrecho de Marín, donde está ubicada la bodega familiar, fundada en 1948 por su abuelo que hoy dirige ella. Ha heredado de ellos el amor y la pasión por la uva Monastrell, esencia distintiva de Jumilla, y la ilusión por elaborar vinos de calidad a partir de esta variedad. Se considera una persona afortunada de trabajar en lo que le gusta y de poder hacerlo en su entorno familiar. Lleva más de veinte años relacionada directamente con el mundo del vino. Actualmente dirige también la sociedad agraria Casa de los Ardachos, dedicada principalmente al olivar, al almendro y al viñedo, con más de 200 hectáreas de cultivo en propiedad.

Isio Ramos

ISIO RAMOS:
Nacido en Santiago de la Ribera en septiembre de 1974. Desde 2004 se dedica a la distribución de vinos y es miembro de la Wine & Spirit Education Trust desde 2006. Aunque su pasión por la vid comenzó tarde, su perseverancia, inquietud y curiosidad le han convertido en un gran conocedor y catador de vinos.
Tras años de colaboración con Elena para su proyecto en Asia, surge la idea de colaborar en la realización de vinos de uva Monastrell, con identidad y sin maquillaje, que reflejen la zona de donde provienen y con un estilo marcado por la forma que ambos tienen de entender el vino.
Este proyecto es un paso más en su carrera para poder seguir aprendiendo y devolver al mundo del vino un poco de todo lo que le ha dado: amistad, emoción, conocimiento y sacrificio.

LA COLECCIÓN DE PARCELAS BRUMA DEL ESTRECHO MARÍN. 

Es un proyecto personal de Elena Pacheco e Isio Ramos que nace de la ilusión por hacer vinos 100% Monastrell de diferentes parajes o parcelas de la DOP Jumilla dejando que cada uno se exprese en función de su microclima, suelo, localización y edad del viñedo, mediante métodos de cultivo y elaboración aprendidos de los agricultores de la zona.

El proyecto está basado en tres vinos de paraje: Marín, Las Encebras y Las Chozas (sur los dos primeros y norte de la DOP Jumilla este último) y cuatro parcelas: Mandiles, Navajuelos, Vereda y Particiones.

La climatología tiene mucho poder dentro de la definición de un vino y habrá años en los que no se pueda diferenciar o marcar el carácter de cada parcela, entonces ese año no se elaborará el vino de esa parcela. Cada vino tiene un carácter diferenciador y muy personal con respecto al resto de parcelas de Monastrell, bien sea por su localización, por altitud, por edad del viñedo, por tipo de suelo, viticultor, etc. y eso es lo que pretendemos mostraren cada vino, ser honestos, y el año que realmente no tengan el carácter que tiene que tener, no elaborarlo. Para ello colaboramos activamente con el viticultor en su esfuerzo porque esto se lleve a cabo.

Lo más importante para nosotros es que cuando se caten todos los vinos, se pueda apreciar la diferencia de suelos (arenoso, pedregoso, o más calizo), de edad del viñedo, de altitud, de si es zona más fría o más cálida… queremos que nuestros vinos reflejen esa particularidad que los hace únicos, con honestidad, por ello no llevarán prácticamente madera, solamente en algunos, que tengan gran potencial, introduciremos madera en su justa medida para no enmascarar nada.

Los suelos en la DOP Jumilla son muy distintos, quizás el suelo que más predomine en nuestra zona sea el calizo y pedregoso que da vinos cálidos y robustos, pero luego también tenemos una parte de la DO con suelos arenosos que permiten un buen drenaje del agua pero que le confiere, al ser más esponjoso, más frescura y finura a los vinos, son más delicados, no tienen corpulencia, podemos apreciar en ellos matices más elegantes, que es lo bonito y la sorpresa que te puedes llevar con un Monastrell bien trabajado, sin necesidad de llegar a la sobremadurez ni de hacer un vino excesivamente corpulento, dulzón o pesado, sino buscar un equilibrio de matices, de buena acidez, de fruta que sea más fresca, no tan madura y que al final invite a seguir bebiendo y disfrutando.

LOS ARTÍFICES DEL PROYECTO

Elena Pacheco

ELENA PACHECO:
Nacida en Jumilla en abril de 1973. Cursó los primeros años de económicas hasta que decidió hacerse cargo de la bodega familiar, a partir de allí redirigió su carrera, es técnica especialista en Viticultura y Enotecnia y realizó un Máster en Viticultura, Enología y Marketing del vino.
La mayor parte de su vida ha transcurrido entre Jumilla y el Estrecho de Marín, donde está ubicada la bodega familiar, fundada en 1948 por su abuelo que hoy dirige ella. Ha heredado de ellos el amor y la pasión por la uva Monastrell, esencia distintiva de Jumilla, y la ilusión por elaborar vinos de calidad a partir de esta variedad. Se considera una persona afortunada de trabajar en lo que le gusta y de poder hacerlo en su entorno familiar. Lleva más de veinte años relacionada directamente con el mundo del vino. Actualmente dirige también la sociedad agraria Casa de los Ardachos, dedicada principalmente al olivar, al almendro y al viñedo, con más de 200 hectáreas de cultivo en propiedad.

Isio Ramos

ISIO RAMOS:
Nacido en Santiago de la Ribera en septiembre de 1974. Desde 2004 se dedica a la distribución de vinos y es miembro de la Wine & Spirit Education Trust desde 2006. Aunque su pasión por la vid comenzó tarde, su perseverancia, inquietud y curiosidad le han convertido en un gran conocedor y catador de vinos.
Tras años de colaboración con Elena para su proyecto en Asia, surge la idea de colaborar en la realización de vinos de uva Monastrell, con identidad y sin maquillaje, que reflejen la zona de donde provienen y con un estilo marcado por la forma que ambos tienen de entender el vino.
Este proyecto es un paso más en su carrera para poder seguir aprendiendo y devolver al mundo del vino un poco de todo lo que le ha dado: amistad, emoción, conocimiento y sacrificio.