Hoy os vamos a contar una historia…, una historia de esas que le gustan a nuestro amigo Salva de la Bodega Paraje Finca la Hoya, porque creemos que la vida hay que llenarla de buenas historias y por supuesto de buen vino.

Hace un par de años tuvimos la inmensa suerte de descubrir esta pequeña Bodega situada en un enclave magnífico, a la falda de la Sierra de la Hoya y Morachuelas, (entre las provincias de Murcia y Alicante), un paraje rural del sureste español, de esa España vaciada que dicen algunos, de gran valor medioambiental y de una belleza exuberante que se ve reflejada en sus vinos, vinos de paraje, vinos auténticos.

Anteriormente a nuestra primera visita para conocer a Salva, alma mater de la bodega, entusiasta de su paraje, viticultor, elaborador y contador de historias a través de sus vinos ya los habíamos podido catar  gracias a un amigo común, con lo que la expectación que nos habíamos creado por la visita dio paso a la realidad, a una realidad aún mejor, un paraje bellísimo en el que cuidan y miman mediante la agricultura ecológica sus viñedos, donde hay plantadas dos variedades de uva autóctonas y muy mediterráneas, “la Regia” Monastrell y la Garnacha.

Contaros que la historia en este singular paraje comenzó mucho antes de que Salva y su familia llegaran a la zona allá por 1972, pero es en 2016 cuando dan el paso definitivo para reconstruir la historia, volviendo a las raíces del paraje, reconstruyen la antigua bodega, en el mismo lugar donde antaño se elaboraban vinos, con la sencilla idea de mantener viva la historia, de no alterar la esencia del paraje, para que en él pudieran contarse muchos más pasajes. Y así, tras más de un siglo de vida, las paredes de la antigua bodega volvieron a rezumar vino y vida, una larga vida gracias a los nuevos vinos, vinos de paraje, vinos auténticos.

Llegado el momento pudimos catar in-situ sus vinos, Palos de Viento elaborado con “la regia” Monastrell y Besos de Lobo que elabora con la singularísima garnacha del paraje, y que contaros… que nos encantaron en su momento y que nos siguen enamorando cada vez que los catamos, porque nos cuentan el paraje de donde vienen, nos cuentan los aromas de monte bajo que hay en la finca, nos cuentan la elegancia, la finura y la delicadeza con la que la brisa recorre el viñedo, y porque siempre siempre queremos volver a visitar la finca, cuando podemos vamos en persona para compartir con Salva un rato y otras muchas veces abrimos una botella de Palos de Viento o de Besos de Lobo y sus vinos nos trasladan al bellísimo Paraje Finca La Hoya.

Podéis ver los vídeos que grabamos en dos de nuestras visitas en nuestro canal de youtube y obtener más información sobre sus vinos en el apartado dedicado a Paraje Finca La Hoya en nuestra web muchosvinos.com

Salud!!

Compartir esta publicación